Isaias 55:1-9
Isa 55:1 "¡Venid, todos los sedientos, venid a las aguas![1]
Aunque no tengáis dinero, ¡venid, comprad y comed!
¡Venid, comprad sin dinero y sin pagar, vino y leche![2]
Isa 55:2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan
y vuestro trabajo en lo que no sacia?
¡Oídme atentamente: comed de lo mejor
y se deleitará vuestra alma con manjares!
Isa 55:3 Inclinad vuestro oído y venid a mí;
escuchad y vivirá vuestra alma.
Haré con vosotros un pacto eterno,[3]
las misericordias firmes a David.[4]
Isa 55:4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos,
por jefe y por maestro a las naciones.
Isa 55:5 He aquí, llamarás a gente que no conociste
y gentes que no te conocieron correrán a ti
por causa de Jehová, tu Dios,
y del Santo de Israel, que te ha honrado.
Isa 55:6 "¡Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano!
Isa 55:7 Deje el impío su camino
y el hombre inicuo sus pensamientos,
y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia,
al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.[5]
Isa 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos
ni vuestros caminos mis caminos",
dice Jehová.
Isa 55:9 "Como son más altos los cielos que la tierra,
así son mis caminos más altos que vuestros caminos
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.