Todo era paz y tranquilidad, mucho (demasiado) amor a la nueva Ferrari, que si es el auto más bonito, radical, con mayor innovación de todos, cuando de repente Billy soltó una bomba y se fue todo al carajo y empezaron los chingadazos al puro y mejor estilo de Fútbol Picante. Unos dicen, los otros contestan, Fer se prende, Billy se defiente y todo termina caliente y picante con la polémica del mejor amigo de Billy: Mickey Masi.