“La vida es una cuestión de elecciones, y cada elección que haces, te hace a ti, te define.” John Maxwell
Pase muchos años de mi vida enfocado exclusivamente en una meta, y al lógrala pasaba a la siguiente meta, hoy entiendo que lograr una meta es muy diferente a dar fruto, lograr una meta es algo externo a mí, alcanzar un objetivo algo que puede ser personal como la educación, material como una casa, un carro, un celular, poder o influencia por medio de la capacidad económica o bien la posición jerárquica en la empresa y si quería más poder o más influencia, buscaba la manera de tener más recursos o mayor jerarquía dentro de la organización o grupo de amigos, conocidos o compañeros. Usaba mis talentos o dones única y exclusivamente para mí y así lograr las metas que me fijaba. Que si logre metas, si y muchas, también en algunos casos fracase pero en otros sobrepase incluso la meta propuesta y callado no me quedaba quería que todo el mundo supiera de que era capaz de logar.
Pero el fruto que daba era escaso o nulo, por qué ? Pues porque no crecía, no crecía internamente, mis fallas de carácter, seguían en mí, además crecían y se hacían evidentes cada vez que lograba una meta, porque claro no tenía empacho en comprometer mis valores con tal de obtener la meta, de lograr el objetivo, de mostrar de lo que era capaz, todos a mi alrededor veían mis grietas, mis fallas de carácter, menos yo.
Romanos 12:2 NVI
2 No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.