No solo debemos hacer las cosas correctamente, sino hacer las cosas correctas.
Todos podemos cambiar. Crecer. Despertar en un nuevo lugar después de atravesar un largo camino de oscuridad sin la seguridad de donde estábamos, pero con la esperanza de descubrir a la mañana siguiente, la belleza de nuestro destino.
Nuestra historia no es nuestro futuro, nuestras raíces no nos esclavizan, y es que el pasado y el futuro son universos distintos. Uno termino ayer y otro comienza ahora ya que el destino es la suma de nuestras decisiones y por lo tanto, podemos cambiarlo.