Encuentro un dilema que me ha tenido pensado en las últimas semanas, y es que aun cuando sé que la sabiduría de Dios es más sabía que cualquier otro tipo de sabiduría, algunas veces no la acepto, no creo que sea el único que lo haga, al enfrentar un reto o problema.
Muchos podemos luchar con este tema hoy, a pesar de llevar tiempo de seguir a Dios.
Esto me lleva a uno de los versículos más cálidos y amables de la Biblia
Mateo 11:28–29 NTV
Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.
Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.
Déjenme ensenarles, y aquí ando sacudiendo mi cabeza, porque a pesar de conocer el versículo y haberlo leído muchas veces, en varias ocasiones no he recibido el alivio esperado, por qué ?
Pues no me dejo ensenar!
