Las dificultades muestran lo que hay en nuestro corazón y qué tanto confiamos en el Señor.
Gracia. La «bondad constante» de Dios. Rompemos las promesas, pero Dios nos perdona. Nos olvidamos de los compromisos, pero Dios aparece. Nos alejamos de él, pero Dios se acerca a nosotros.
Nos atrevemos a basar nuestra creencia en la respuesta de Dios a nuestras oraciones? Un término adecuado para esto podría ser teología transaccional. La teología transaccional presupone que nos encontramos con Dios en igualdad de condiciones. Él tiene lo que quiero. Yo tengo lo que él quiere. Entonces llegamos a un acuerdo.
A. W. Tozer escribió: Si por nosotros fuera, tenderíamos inmediatamente a reducir a Dios a términos manejables. Queremos llevarlo a donde podamos usarlo, o al menos saber dónde está cuando lo necesitamos. Queremos un Dios que podamos controlar en alguna medida.
Dios es Único, diferente, separado , insisto en esto , porque sé que le agrado a Dios pero no soy como El.
A él no le afecta la gravedad. El dolor no lo atormenta. La economía no lo desconcierta. El clima no le molesta. Las elecciones no lo definen. Las enfermedades no lo contagian. La muerte no puede reclamarlo. ¡Él está por encima de todo esto!