Cuando se nos acaba la gasolina y tenemos el tanque vacío, cuando llegan los problemas y ni sabemos que hacer, disminuir la marcha, resolver primero que todo que tengo y siento en mi corazón es una prioridad, asegurarme que Jesús es quien está sentando en el trono de mi corazón, me permite llevar a Cristo como primera instancia mi situación y para esto debo asegurarme de cultivar su presencia diariamente en mi vida, creyendo solamente la narrativa que Dios dice de mi en su palabra, haciendo lo que El me mando a hacer, acompañando de amigos que me ayuden y me acompañen en este viaje.
Acudir a Cristo debe ser siempre mi primera opción.