Yo no quiero ser conocido por mi pasión por Dios sino por mi compasión por las personas que me rodean y así se manifiesto el amor que Dios tiene por mi, que es tan grande que no lo puedo guardar solo para mi.
Ser sensible a la presencia del Espíritu Santo es lo que hace la diferencia en nuestras vidas, en nuestra espera, cuando estamos moviendo la piedra y especialemente en el proposito de dios para nuestras vidas.
Estar disponible, ser vulnerable, y sensible a la presencia De Dios aquí y ahora en la espera mientras trabajamos en mover la piedra, escuchando a Dios nos permitirá ver lo que Dios tiene preparados para nosotros mañana y nos dara la fortaleza para seguir cumpliendo nuestro propósito aquí y ahora mientras desarrollamos nuestro carácter junto con El.
Tal ves la situación no cambie pero lo que si cambia es nuestra prespectiva, Dios toma un momento ordinario en uno extraordinario
Cuando reconocemos en la espera que debemos mover la piedra nuestra prespectiva cambia, seguimos estando en la misma posición sabiendo que Dios en cualquier momento con un milgrago, convierte lo normal, en extraordinario.
Sensibilidad es una fortaleza. No una debilidad
Dios mío gracias por bajarnos la velocidad para poderte oírte en la espera mientras trabajamos en mover la piedra