¿Dónde voy a pasar mi eternidad?
¿Alguna vez se ha hecho esa pregunta?
De ser sí la respuesta, entonces ¿qué estoy haciendo hoy que me lleve a donde quiero pasar la eternidad?
Si la respuesta es no, ¿no es este es un buen momento para hacerla?
Qué triste es hacer de modo perfecto una tarea en el tiempo correcto con el máximo de esfuerzo, cuidando cada detalle, cumpliendo con el presupuesto, maximizando los recursos, minimizando las pérdidas en el lugar equivocado.
Porque el resultado es nulo - perdí – ninguno, todo lo que hizo fue en vano y no sirve, ¿cuántas veces no nos ha pasado esto?
Realidad: es aquello que no depende de lo que yo o alguna otra persona podamos concebir o pensar. Algo real por sí mismo no depende del observador para su validez.
Reconocer: La vamos a definir por lo que no es. No es imaginar o ver algo. Imaginar no es un acto de fe, es más, imaginar y fe se oponen. La imaginación proyecta imágenes ficticias y trata de asignarles una realidad, la fe no crea nada, sencillamente reconoce que ya está ahí.
Dios y el mundo tienen existencia real. La reconoces o la imaginas.
Un cristiano es demasiado sincero para ponerse a jugar con ideas solo por el gusto de hacerlo. No le agrada tejer telas solo por el placer de exhibirlas, no encuentra placer en las relaciones con personas cuya sinceridad no le inspira confianza, es sencillo y sincero, por eso prefiere alejarse de ellas, sabe que el mundo es real, y cuando llega al uso de razón se da cuenta de que existe y vive en él. El mundo lo estaba esperando, cuando nació, y le dirá adiós cuando parta para la eternidad, y como dije anteriormente, sus creencias son prácticas, vive o muere por ellas, está de pie o cae en este mundo, y para la eternidad.
Lo tiene claro, lo que haga hoy es para la eternidad.
La amistad con el mundo nunca te va a pagar bien.
El mundo de los sentidos nos introduce diariamente y capta muestra atención continuamente a lo largo de nuestra vida, es glamoroso, insistente y acaparador, toma nuestros sentidos y reclama que los reconozcamos como la cosa más real y definitiva.
¿Vas a seguir imaginando o vas a reconocerlo?