¿Qué hice hoy para poner feliz a Dios?
Mapa
Magnificar, Arrepentirse, Pedir, Aceptar
Muchos de nosotros hemos salido de Egipto, pero no todo Egipto ha salido de nosotros.
¿Cuántas veces nos perdemos y nos sometemos a otras cosas?
Muchas veces, cuando tenemos hambre, necesidades humanas y escogemos mal el lugar para llenar la necesidad y terminamos esclavos de esas soluciones.
¿Has aceptado a Jesús como tu Señor y Salvador?
La Biblia dice que todos nos quedamos cortos del estándar perfecto de Dios. Aun así, Dios todavía nos ama —incluso si hemos pecado y somos impuros. De hecho, Dios nos ama tanto que envió a su hijo Jesús, a limpiarnos de nuestros pecados y a incluirnos en la familia de Dios.
Si nunca has aceptado el amor de Dios ni invitado a Jesús en tu corazón, quiero que tengas esa oportunidad ahora. Si las palabras de esta oración expresan tu corazón, entonces permite que Dios lo sepa al orarlas como una forma de decir, “yo también”.
“Querido Dios, no lo entiendo todo, pero te agradezco que me ames. Te agradezco que has estado para mí y que hayas enviado a Jesús a salvarme y no a condenarme”.
“Confieso que he pecado contra ti, y admito que necesito a Jesús como mi salvador. Quiero tener una relación con Jesús. Quiero seguirlo y hacer las cosas que Él me diga que haga”.