No sé si ustedes, como yo, muchas veces se han preguntado por qué he tomado o sigo aun tomando tan malas decisiones. Y adicionalmente, es una pregunta que no nos hemos hecho solo una vez. Es más, durante esta cuarentena en este 2020, nos hemos tenido que enfrentar una infinidad de retos, vemos que algunas de las decisiones que tomamos en el pasado nos han venido a complicar aún más estos meses.
No llegamos a comprender las razones y generalmente, lo que hacía yo era auto justificar la decisión o bien, culpar a un tercero por la misma. Difícilmente aceptaba la responsabilidad y claro, esto no me permitía conocer el por qué y el cómo de estas decisiones que tomaba.
Dios me dijo: Fui yo quien los trajo a esta buena tierra, donde hay comida en abundancia. Pero llegaron ustedes y todo lo ensuciaron; ¡convirtieron mi tierra en un lugar asqueroso!”Los sacerdotes nunca preguntaron por mí, los maestros de Biblia jamás me conocieron, los dirigentes pecaron contra mí, y los profetas no hablaron en mi nombre. Todos ellos siguieron a otros dioses que no sirven para nada, y en nombre de ellos hablaron. Jeremías 2:1,7-8
Debemos hacer un alto para salir de este desierto. Ponerle nombre al desierto, identificarlo y tratar de recordar si alguna vez tuve a Dios en la ecuación o no. Y si lo tuve, ¿cuándo lo saqué y decidí empezar a hacer las cosas a mi manera?
Coraje: Valor, decisión y apasionamiento con que se realiza una acción. Es tener nuestro corazón fijo en algo.
Tener nuestro corazón fijo en Dios debe ser nuestro objetivo, ¿para que?
En fin, todos ustedes deben vivir en armonía y amarse unos a otros. Pónganse de acuerdo en todo, para que permanezcan unidos. Sean buenos y humildes. Si alguien les hace algo malo, no hagan ustedes lo mismo; si alguien los insulta, no contesten con otro insulto. Al contrario, pídanle a Dios que bendiga a esas personas, pues él los eligió a ustedes para que reciban bendición.” 1 Pedro 3:8-9 TLA
¿Vas a seguir cavando cisternas?
O ¿decides entregarte por completo a Jesús hoy?
