Una estela de ignorancia teórica ronda las academias así como la profesión debido a que la sustentación teórica del diseño al cliente o al usuario pareciera no importarle, solamente el resultado es lo que importa, entonces si el diseñador puede allanar el camino y dejarse llevar sólo por el feeling, la intuición o inspiración resulta más sencillo o cínicamente “más creativo”.