Sensores flexibles que funcionan como una piel. Una empresa de IA que pasó de la ética al supernegocio. El primer atlas cerebral que redefine los diagnósticos de salud mental. Y un plan para mudarnos al espacio que parece más distopía que utopía.
Bienvenido al episodio donde el futuro ya no es ciencia ficción… es la factura que estamos a punto de pagar.
👉 Dale play y comparte tus teorías en tecnofagos@kio.tech o en nuestro grupo de Telegram.