Eris era la diosa personificación de la discordia, el conflicto y la rivalidad. A diferencia de otros dioses olímpicos, ella no era una figura querida o respetada. Su papel en la mitología era sembrar caos y desacuerdo dondequiera que fuera.
La genealogía de Eris es un poco confusa y varía según las diferentes versiones del mito. Algunas fuentes la presentan como hija de Zeus y Hera, los reyes de los dioses, y hermana de Ares, el dios de la guerra. Otras versiones la describen como hija de Nyx, la diosa de la noche, y Erebus, el dios de las tinieblas.