Cuando somos capaces de reconocer los logros de otras personas, nos vinculamos a un poder superior al individual, cuando desarrollamos la capacidad de dejar atrás la envidia y la frustración por tener resultados diferentes a los esperados, empezamos a normarnos por una escala personal de logro y autoconfianza, reconocer el logro de otros nos genera autoestima porque sabemos que podemos llegar a dónde alguien más ya llegó, la personalidad equilibrada y sana no lucha para ganarle al otro, lucha por ser mejor cada día desde su propia posibilidad.