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Description

Si quieres ayudar con obras corporales a los necesitados, esta magnífico. Siempre y cuando ames a tu prójimo por amor a Dios, no buscando los elogios por usar el manto de la caridad. 
Antes de desear obrar el bien, haz de abrazarlo en tu intimidad. Porque de poco vale dar tus bienes si no te desprendes de la soberbia, la avaricia, la codicia, el resentimiento, y un gran ETC. 
Estamos obligados a ayudar en la medida de nuestras posibilidades. Porque si al final de tu vida se te toma en cuenta que aliviaste el sufrimiento de los más necesitados, como si fuera al Señor mismos a quien socorriste, haz vivido acorde a tu bautismo.