Hoy te comparto algunas reflexiones sobre la ENVIDIA (tan española) y un remedio para mitigarla: entrenarse en el AMOR. La envidia me resulta un sentimiento catastrófico que provoca una angustia insalvable a quien lo padece. Así es que dicen que la envidia es la cuna del resentimiento (Nietzsche afirmaba que era la emoción del esclavo). Yo fui educado en el AMOR y en el disfrute del éxito ajeno y también propio. Aquí radica a mi juicio, una de las posibles fórmulas para combatir este sentimiento tan dañino: entrenarse en el AMOR.