Pocos saben ESCUCHAR. Vino agitada corriendo hacia mí a la salida del colegio y con el gesto de haberse encontrado de manera imprevista con un gran descubrimiento. Por entonces, mi hija mayor tenía 9 o 10 años. -Papi, papi ¿sabes qué?, los papás de mis amiguitos no les escuchan cuando estos les hablan- . ¡Cuánto daño ha hecho a la humanidad aquella lección de lengua que nos hablaba del emisor como la parte activa del lenguaje y responsable de hacer llegar el mensaje al sujeto pasivo o receptor! Desafortunadamente, aún hoy día son multitud los humanos que no saben escuchar. Suelen ser los que entretenidos en su conversación privada, esperan su turno para hablar, sin realmente escuchar. Porque escuchar es mucho más que oír, es además percibir más interpretar. Y recuerdo que cuando dos personas se gritan es debido a que sus corazones no se escuchan porque están muy alejados el uno del otro. Ojalá se enseñara a escuchar en los colegios y desde luego en casa. Disfruta del día.