· El verdadero cristiano ya no se acuerda de lo que quiere decir que le insulten; ha aprendido de su Maestro a aceptar cualquier insulto sin resentimiento, y sin buscar jamás la venganza. · Hay personas que quizá si han sido ofendidas y lastimadas, y recurren a la venganza, usando las leyes terrenales para dañar y destruir a otros. Usan la justicia para destruir a su prójimo.