A veces no es el enemigo quien nos detiene... somos nosotros mismos creyendo que no valemos lo suficiente.
Dios no te ve como tú te ves. Él ve potencial donde tú ves limitación.
Hoy deja de mirar tus heridas y comienza a mirarte desde Su propósito.
Reto del día: escribe tres verdades sobre quién eres en Dios.