En ho'oponopono se da mucha importancia, como herramienta de sanación, al cuidado de nuestro Nino Interior.
La imagen del Niño Interior es un símbolo mental que conecta directamente con todas las experiencias de tus primeros años de vida, época de vital importancia.
Tu Nino Interior guarda todo el amor que recibiste, los juegos, la diversión y felicidad que te acompañó en tu niñez, pera también guarda las frases que se te grabaron, la exigencia que te agobió, las necesidades que no fueron satisfechas. Todas estas experiencias de la infancia, algunas positivas otras negativas, aparentemente olvidadas, siguen dentro de ti, y de manera inconsciente influyen en tu comportamiento, pudiendo producir efectos negativos en tu vida adulta. Pero ahora, como adulto amoroso, puedes curar las heridas de la infancia y reemplazar las falsas creencias que adquiriste en tu niñez.
No solo es un trabajo recomendada para personas que han tenido una infancia traumática. Cualquier situación que afecte fuertemente a un niño, la cual no está capacitado para comprender, y que le provoque un impacto emocional intenso, puede generar un trauma. Estas experiencias no se recuerdan conscientemente porque quedan reprimidas en la memoria del inconsciente, como una forma de evitar dolor y sufrimiento sin embargo, el bloqueo energético que producen persiste en nosotros para siempre y afecta a nuestra vida adulta. Situaciones, gestos, etc., que de adulto no nos harian daño, cuando somos pequeños provocan dolor, puesto que el niño no tiene la capacidad cognitiva para entender lo que pasa; de niños somos muy vulnerables
Cuanto más nutrimos a nuestro niño más plena es nuestra vida. Nutrirlo es escucharlo, sentirlo, satisfacer sus necesidades, atenderlo amarlo. Cumplir sus sueños es cumplir nuestros sueños. En definitiva, ser padres de nosotros mismos