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Título: “Experimentando al Cristo Resucitado”

Texto bíblico: Juan 20:19-23

Nuevamente se ha estado conmemorando la semana más trascendental en la historia de la humanidad conocida como Semana Santa o Semana de la Pasión. Semana en la que recordamos los acontecimientos salvíficos de los sufrimientos, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo registrados en las Escrituras.

¿Qué sería de la humanidad muerta en sus delitos y pecados sin el sacrificio de Cristo? ¿Qué sería de la humanidad sin la realidad esperanzadora de la resurrección de Cristo de entre los muertos? Esta es la pieza clave de la fe bíblica, del cristianismo. Como bien señalaba el apóstol Pablo: “si Cristo no resucitó, vana son nuestra predicación y nuestra fe” (1 Co 15:14). Sin embargo, les invito a considerar cómo la Palabra de Dios nos desafía a experimentar las grandes bendiciones del Cristo resucitado en esta época singular.

¿Cuáles son esas bendiciones del Cristo resucitado para esta época singular?

  1. Paz en medio del temor v.19

    Observemos en el texto bíblico el ambiente de temor e incertidumbre que tenían los discípulos y cómo a pesar de ello, el Señor aparece y les transmite de su paz. Cuánto necesitemos de la paz del Señor para estos tiempos. El propio Jesús nos dice: “la paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo” (Jn. 14:27). Que bueno es poder disfrutar de la paz del Señor.
  2. Regocijo con certeza v.20

    Otra de las bendiciones que podemos experimentar de parte del Señor es el gozo. Los discípulos pudieron contemplar a Cristo y esto produjo un gozo incomparable en ellos. Realmente necesitamos acudir al Señor en esta época llena de temores, inseguridades, amarguras para que todo ello sea transformado en gozo. El gozo que solo puede producir el Espíritu de Dios y que anima nuestro ser, fortalece nuestra alma.
  3. Participación en una misión compartida v.21-23

    En última instancia, podemos observar que Cristo reitera su paz y les comisiona para hacer la obra de Dios como él mismo la estaba haciendo. Dios envío a su hijo a este mundo con un propósito redentor y su hijo nos envía a nosotros. Es un privilegio participar de la obra salvadora de Dios. Creo firmemente que Dios nos está llamando a enfocarnos mucho más en la predicación del evangelio en este tiempo.

Los animo a continuar buscando del Señor en este tiempo. Al buscar al Señor estaremos experimentando sus grandes bendiciones. Bendiciones que tienen que ver con la paz, el gozo y la participación en una misión compartida.