Texto bíblico: Filipenses 1:3-11
Uno de los mayores recursos que Dios usa para el crecimiento espiritual de sus hijos son las adversidades. Así como el fuego purifica el metal preciado y los vientos prueban la firmeza del árbol, las pruebas evidencian la realidad del carácter espiritual o no en el creyente.
En este sentido, esta sección de la carta muestra la intención del apóstol Pablo hacia los creyentes de Filipos. Si bien este escrito en general pone de manifiesto el crecimiento espiritual en los creyentes por la expresión del gozo del Dios en cualquier circunstancia, en esta parte introductoria, el texto enseña como verdad central que debemos interceder en favor del crecimiento espiritual de los creyentes a pesar de lo que estén viviendo.
Esta verdad es sumamente importante en la época que vivimos ya que estamos llamados a enfocarnos en nuestro crecimiento espiritual a pesar de la realidad actual.
¿Cómo se manifiesta el crecimiento espiritual en los creyentes según este texto?
1. Centrados en el evangelio v.5,6
Sin dudas, el crecimiento espiritual tiene lugar a partir de experimentar la buena noticia de salvación en Cristo y a medida que permanecemos en él. El apóstol Pablo tenía la convicción del obrar transformador del Señor en la vida de los creyentes.
2. Conectados con otros creyentes v.7,8
El escritor muestra el sentir profundo que tiene hacia los creyentes filipenses y cómo estaban conectados unos con otros. Ciertamente, debemos considerar cómo Dios ha concebido a la familia de la fe, la iglesia para fomentar un mutuo crecimiento. En la medida de lo posible dadas las circunstancias, debemos ver cómo podemos seguir conectados unos con otros.
3. Cultivando la madurez espiritual v.9-11
En esta última parte, el autor anima a los creyentes a que continúen desarrollando un amor que se combina con el discernimiento en relación a lo que hacen. Este es un amor que pone de manifiesto la presencia de Dios, pero que actúa en conformidad con la voluntad del Señor.
El Señor permita que aprovechemos estos tiempos tan complejos que vivimos para cultivar nuestra relación con Dios y el crecimiento espiritual. Dios sigue interesado en conformar nuestras vidas según la imagen de su Hijo aún en estos tiempos.