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Texto: Salmo 127 

Título: "Necesitamos a Dios"

Intro: No existe una bendición que no conlleve una responsabilidad añadida. 

El Sal 127 nos muestra que Dios es realmente el autor y protagonista de que las cosas sucedan; no existe prosperidad, seguridad y bendición sin la intervención de Dios, ya sea en la casa, en la ciudad, o en el trabajo 

Argumento: En Dios está la bendición para las diferentes esferas de la vida.

P.t: ¿Cómo podemos apreciar el obrar de Dios en diferentes circunstancias de nuestra vida? 

F.t: Para eso necesitamos entender que:

1. Dios obra en el esfuerzo de nuestras manos (1a-2)

 - Seguro que alguna vez has escuchado la frase: "todo lo que tengo me lo he ganado por mi esfuerzo, nadie me ha dado nada"...esta expresión denota la autosuficiencia humana, lo cual para nada debe ser usada por un hijo de Dios. Sin duda alguna, Dios bendice la obra de nuestras manos y muchas veces ni cuenta nos damos de eso.

2. La protección de Dios está por encima de la protección humana (1b)

 - En los tiempos bíblicos, las ciudades eran vigiladas, para evitar los ataques. El texto dice que si Jehová no vela, en vano vela la guardia, este salmo nos enseña que la verdadera protección está en Dios. La mayor seguridad de una nación, ciudad,....no está en el armamento o recursos que pueda poseer, sino en Dios

3. Dios bendice la familia para que sea de bendición (3-5)

- El salmista a partir de los versos 3-5, usa unas imágenes para ilustrar la gran bendición que son los hijos, la de una herencia, y la de las saetas (flechas) en manos del valiente...

Según estas dos ilustraciones podemos entender que:

- Los hijos son un regalo de Dios, que nos llenan de gozo y alegría, aún desde el mismo vientre. En tiempos como éstos que las mujeres prefieren abortar antes de asumir ese valioso regalo que son los hijos; y también que otros prefieren romper y distorsionar el diseño divino para la familia, este salmo se vuelve un oasis en medio de esta generación.

- También los hijos son una gran bendición dada por Dios para el futuro de la familia y de la nación, pero que tenemos que saber usar y preparar. Sin los hijos no hay futuro, como padres necesitamos hoy adiestrarnos como valientes guerreros en el uso de nuestras flechas, para así dar en el blanco. La familia es una bendición de Dios, para bendecir a otros.

Conclusión: Toda bendición viene de Dios, el es la fuente, no se trata de nuestro esfuerzo, sino de su misericordia, la salvación y bendiciones que tenemos en Cristo es un ejemplo claro de eso.

Como creyentes en Jesucristo deberíamos preguntarnos hoy:

¿Creo que mi propio esfuerzo ha sido lo que me ha llevado hasta aquí, o reconozco el obrar de Dios?

¿Confío en la protección de Dios o confío en mis recursos?

¿Estoy valorando y agradeciendo a Dios por mi familia?

¿Reconozco que mis hijos serán una bendición para muchos si los preparo bien?

Pastor: Carlos A. López