Texto bíblico: Daniel 3: 17-18
Titulo: Servimos a un Dios que puede librar
El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro para que fuera adorada. Podría ser que ésta idea le haya surgido de la interpretación del sueño por Daniel donde la cabeza de oro de la imagen lo representaba a él. Lo cierto es que reunió a todos aquellos que servían bajo su reino para la inauguración de la estatua. Pero dentro de estas personas habían tres jóvenes gobernadores que no acataron la orden del rey. El soberano les insta a obedecer haciéndole una pregunta: ¿Y qué dios será aquel que os libre de mis manos?
¿Por qué fueron capaces de enfrentarse a la ira del rey?
1. Aunque gobernaban la provincia de Babilonia bajo el rey Nabucodonosor, ellos eran siervos del Rey de reyes
Éstos jóvenes fueron puestos, a petición de Daniel, frente a los negocios de la provincia de Babilonia. Su trabajo era secular, no religioso. Ellos estaban muy lejos de Jerusalén. El templo había sido destruido, los utensilios sagrados fueron llevados a Babilonia. Ellos eran gobernadores que servían bajo el rey Nabucodonosor. Sin embargo para ellos, no había división entre lo secular y lo religioso. Todo lo que hacían, era un servicio a Dios.
Sí, ellos servían al rey de Babilonia como antes puede ser que sirvieran al rey de Judá y en el futuro a los reyes de Persia. Pero, sobre todo y antes que nada, ellos eran siervos del Dios de los cielos, del Rey de reyes y Señor de señores. Todo lo que ellos hacían estaba delimitado por la relación que tenían con Dios.
2. Estaban seguros que Dios podía librarlos de las manos del rey de Babilonia
A pesar de que estos jóvenes fueron testigos de la destrucción de Jerusalén a mano de los babilonios sin que se viera a Dios interviniendo, ellos sabían que Dios podía librarlos.
El rey había hecho una pregunta: ¿Y qué dios será el que os libre de mis manos? A lo que ellos respondieron: "El Dios al que servimos puede". Ésto es algo que Nabucodonosor terminó aceptando después de ver la salvación milagrosa de los tres judíos. El dijo:"... por cuanto no hay dios que pueda librar como éste" (v.29).
No sé qué pudiera estar pasando en tu vida, en tu familia. Puede ser que estés enfrentando una situación que parece imposible pero para Dios no hay nada imposible. Es más su especialidad es lo imposible. Jesús le dijo a sus discípulos cuando ellos le preguntaron quién podría ser salvo, "lo que es imposible para los hombres es posible para Dios". Mira tú vida, tu matrimonio, tú familia, cualquier problema que tengas y dile: yo no puedo pero el Dios al que sirvo puede.
Hoy se nos quiere obligar a aceptar la ideología de género. Quieren que aceptemos que hay más de un tipo de familia. Quieren enseñar a nuestros hijos a que un matrimonio no solamente puede estar conformado por un hombre y una mujer sino por dos hombres, por dos mujeres, etc.
Al igual que Sadrac, Mesac y Abednego se nos pide que nos inclinemos y adoremos a este ídolo.
Hoy, al igual que ellos, debemos recordar a quién servimos, que nuestro Dios es más grande y poderoso que todo el poder humano y estar dispuestos a morir si fuera necesario por defender nuestras convicciones.
