El Arrepentimiento de las Obras Muertas en nuestra vida práctica, significa crucificar el viejo hombre, con sus pasiones y deseos. Este viejo hombre, es nuestro “YO”, nuestro “EGO”, que abarca tres niveles: el espiritual, el almático y el corporal. En este estudio, consideraremos la crucifixión de esta carne corrompida, por causa del pecado. Jesús Cristo nos dice
Mateo 16:24. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Marcos 8:34. Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Lucas 9:23. Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Gálatas 5:24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.