Cristiano bíblico es aquel que manifiesta en su diario vivir que sus afirmaciones de arrepentimiento y fe son auténticas.
Pablo predicó que los hombres debían arrepentirse y volverse a Dios realizando obras dignas de arrepentimiento (Hechos 26:20). Los designios de Dios indican que debe haber tales obras: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:8-10).