Hijo mío, presta atención a mis palabras; Inclina tu oído a mis dichos. No dejes que se aparten de tus ojos; guárdalos en medio de tu corazón;
Proverbios 4: 20–21
¿Cuántas veces hemos dicho que no tenemos tiempo para estudiar la palabra? o Sentimos que en lugar de hacerlo pudiéramos aprovechar el tiempo para nosotros, nuestra familia u otra cosa importante? Pero hoy quiero compartir contigo que una cosas es necesaria en la vida para encontrar la plenitud de tus días.