Has sentido en alguna ocasión, que en medio de la oración , en medio de la tormenta , de la dificultad , de la necesidad , en medio del clamor , ¿has derramado tu alma delante del Señor ? Esto precisamente hizo una mujer llamada Ana , te invito a que me acompañes a conocer la historia de esta mujer , la cual entregó su corazón en la oración , lo dispuso sabiendo que Dios cumpliría su petición , esta mujer tenía fe , tenía la convicción de que si oraba fervientemente su oración llegaría al cielo , sería escuchada por el Padre y obtendría una respuesta.
Dios respondió la oración ferviente de Ana , esto quiere decir que también responderá nuestras oraciones acorde al plan y propósito de vida que tengamos cada uno , aclaro : Dios no responde oraciones egoístas que exalten nuestro ego y naturaleza adámica , no , Dios responde oraciones con propósito , por eso es importante mantenernos alineados a su voluntad , sus deseos y planes para nuestras vidas.
Muchas personas creyentes de Dios se decepcionan en ocasiones y es muy común escuchar estas frases : es que Dios no me responde , no escucha mi petición , se olvidó de mi promesa y quiero decirte algo que confortará tu corazón : Dios es fiel y no es hombre para mentir , si has recibido una promesa de parte de El : confía, ten oídos prestos , ora y descansa que el tiempo llegará cuando realmente estés preparado , por otro lado , si lo que te interesa es que Dios responda a tus caprichos , peticiones pretenciosas que nada tienen que ver con su voluntad déjame decirte que Dios no responde oraciones estériles, es justo ante todo y tiene un plan especifico para cada uno , su voluntad es mejor que la nuestra , en este caso deberíamos buscar más de su presencia , alinearnos a Él para poder escucharlo y dejar atrás aquellas peticiones que no edifican , que no construyen nuestro camino en Cristo.
