¿De dónde proviene nuestro socorro en estos cortos tiempos de gracia que el mundo provee? Angustia, frustración, ansiedad, depresión, y cuántos otros sentimientos y estados de nuestro alma hoy nos afectan y quieren hacernos creer que son más grande que nuestro Dios.
El Señor dice: «Rescataré a los que me aman;
protegeré a los que confían en mi nombre.
Cuando me llamen, yo les responderé;
estaré con ellos en medio de las dificultades.
Los rescataré y los honraré.
Los recompensaré con una larga vida y
les daré mi salvación».
Salmos 91:14-15 (NTV)