No podemos pretender conocer a Dios “viviendo” las experiencias que alguien más tiene con Él, eso solo nos lleva a escuchar de Dios pero no a conocerlo. Dios nos llamó a que lo busquemos, lo llamemos y lo escuchemos, y logramos conocerlo al leer su Palabra y orar en intimidad. El conocerlo nos lleva a enamorarnos de nuestro Dios.
1 »¿Alguien tiene sed?
Venga y beba,
¡aunque no tenga dinero!
Vengan, tomen vino o leche,
¡es todo gratis!
2 ¿Por qué gastar su dinero en alimentos que no les dan fuerza?
¿Por qué pagar por comida que no les hace ningún bien?
Escúchenme, y comerán lo que es bueno;
disfrutarán de la mejor comida.
3 »Vengan a mí con los oídos bien abiertos.
Escuchen, y encontrarán vida.
– Isaías 55:1-3a (NTV)
6 Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo;
llámenlo ahora, mientras está cerca.
– Isaías 55:6 (NTV)