Continuamos nuestra vuelta a los Museos mas importantes del Mundo, esta vez viajamos al Vaticano en Roma, Italia.
Comenzamos con los entresijos que rodearon la obra de Miguel Ángel en La Capilla Sixtina en 1508 recibiendo el encargo del Papa Julio II de repintar el techo de la capilla. Originalmente estaba pintado como un cielo azul con estrellas doradas. El trabajo comenzó el 10 de mayo de 1508 y se prolongó hasta el 31 de octubre de 1512. Años más tarde, Miguel Ángel pintó también El Juicio Final sobre la pared del altar, entre 1536 y 1541, por encargo de Paulo III.
Miguel Ángel quedó intimidado por las dimensiones del encargo y dejó claro desde el principio que prefería rechazarlo. Él se consideraba escultor antes que pintor, y sospechaba que algunos de sus rivales habían aconsejado al papa que le encargase un proyecto de tan gran escala para verle fracasar. Para Miguel Ángel, el proyecto era solo una distracción de su trabajo como escultor de mármol, que le había mantenido ocupado durante los años previos.
Las fuentes de inspiración de Miguel Ángel no están fácilmente determinadas; teólogos joaquinistas y agustinianos estaban entre las influencias de Julio II. Tampoco se sabe en qué grado contribuyó su mano a la elaboración de cada una de las imágenes