Hay momentos en la vida que las situaciones pueden llevarnos a la desesperación en donde no vemos que la salida llegue pronto. Y es allí donde tenemos que aprender a vivir en la esperanza que Dios nos da para seguir hacia adelante en todo lo que estemos pasando, sabiendo que tarde o temprano vendrá la mano de Jesús que nos levantará y nos llenara de fuerza en nuestro espíritu y nuestro ser.