A lo largo del día tomamos muchas decisiones, y para hacerlo, tenemos en cuenta lo que llamamos sesgos cognitivos, que son nuestras creencias y nuestros prejuicios que mandan en la mayoría de nuestras decisiones.
Un sesgo cognitivo es una limitación que hace que demos una respuesta inmediata sin razonar, de forma intuitiva. Y esto nos lleva a cometer errores.
Siendo consciente de cómo estas limitaciones nos influyen, es la mejor manera de cambiarlo, es la magia del autoconocimiento.
Para entrenar a ser más objetiva, elige esos sesgos negativos y simplemente obsérvalo a lo largo del día, fíjate si te dejas llevar por esa forma automática de pensar.
Elige un sesgo únicamente, paso a paso, observa cuándo te ocurre, en qué momento concreto del día.
Te cuento algunos sesgos que te pueden resonar:
Tendencia a fijarme solamente en lo que me da la razón. Damos por buena la información que confirma nuestras creencias y solemos rechazar la información que va en contra de lo que creemos.
Tendencia a creer que mi grupo siempre tiene razón. Tendemos a no fiarnos o a tener miedo de personas que no pertenecen a nuestro grupo
Tendencia a creer que los éxitos son cosa mía y los fracasos de los demás. Los sesgos nos hacen pensar que los éxitos son gracias a nuestras cualidades, y los fracasos ocurren por la influencia de los demás.
Tendencia a justificar una decisión importante contra viento y marea. Cuanto más has invertido en la decisión o en una compra, más costará reconocer que ha sido un error.
Tendencia a no tener en cuenta bien los riesgos o peligros. Por ejemplo, pensar que es más probable morir en accidente de coche, cuando la posibilidad es de 1 entre 84, frente a un accidente de avión que es 1 entre 5.000, o es más probable morir bajando una escalera que en un acto terrorista.
Tendencia a evitar los cambios. Preferimos lo malo conocido que lo bueno por conocer. Tememos que cualquier otra elección sea peor, nos da miedo cambiar.
Tendencia a fijarnos en lo negativo. Prestamos más atención a las malas noticias que a las buenas, porque a nuestro cerebro les parece que son más serias y merecen más atención.
Tendencia a creer lo que todo el mundo cree. Se conoce como “subirse al carro”. Nos encanta estar de acuerdo con la mayoría, nos sentimos bien pensando como los demás. Formar parte de las creencias de un grupo, nos hace sentir seguridad, así que cuanta más gente cree algo, más probabilidad hay que más personas se apunten.
Tendencia a hacer de avestruz. Cuando una información nos parece peligrosa o negativa para nosotros, tendemos a ignorarla. Por ejemplo los fumadores minimizan o prefieren no hacer caso a las recomendaciones sobre el daño a la salud del tabaco.
Tendencia a estereotipar. Solemos juzgar antes de conocer a alguien o a un grupo de personas. Esto nos permite identificar rápidamente a los extraños como amigos o enemigos.
Hay otros muchos sesgos cognitivos, estos son sólo algunos que nos limitan.
Con esta rutina exprés para motivarte e inspirarte, tomarás conciencia de tu forma de actuar, y desde el autoconocimiento, podrás transformarlas o incluso cambiarlas.
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https://mujertraslos40.com/como-ser-mas-objetiva/
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Yo puedo mostrarte la puerta, pero solo tú puedes cruzarla"