La muerte es uno de los grandes tabúes occidentales. Nuestra sociedad no sabe qué hacer con ella. Cuando llega el momento de abordarla lo hace como quien sostiene un fósforo a punto de agotarse: se deshace de él lo antes posible. Al no tener conciencia de nuestro propio fin cometemos el error de actuar como si fuésemos a vivir eternamente...