Jesús se encuentra con una mujer siro-fenicia. Ella lo busca y le ruega que cure a su hija. Jesús le da un respuesta extraña. La mujer no se siente ofendida, al contrario, le sigue suplicando usando el mismo "juego de palabras" que Jesús ha usado. El Señor se sorprende de su fe y le dice que vuleva a casa porque si hija está curada. De nuevo la mujer vuelve a creer, a confiar en la Palabra del Señor, y encuentra a su hija sana y salva. Mc 7, 24-30. Toda una invitación a la fe. Mujer de fe.