El evangelio de este sábado nos cuenta la vocación de Leví. Su respuesta generosa. La cuaresma es una llamada a seguir a Cristo. La segunda parte del evangelio de hoy tiene otro tema distinto, un enfrentamiento con los fariseos que termina con una enseñanza de Jesús: He venido a llamar a los pecadores. Ha venido a llamarnos a todos.
Lc 5,27-32: No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
-«Sígueme.»
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo:
-«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les replicó:
-«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»
Palabra del Señor