Esta predicación está basada en el texto: Filipenses 1:27-30 Filipenses 2:1-4
Pablo nos dice que tenemos que vivir como ciudadanos del cielo y que tenemos que tener un comportamiento de acuerdo con la palabra de Dios.
Pero, ¿Cómo podemos poner esto en práctica?
- No debemos dejarnos intimidar por nuestros enemigos de ninguna manera, el primer enemigo más fuerte que tenemos somos nosotros mismos, el segundo es el mundo y el tercero es el diablo, pero debemos vivir constantemente luchando contra ellos.
- No tenemos que ser egoístas.
- Tenemos que ser humildes, pero no al punto de llegar a ser tontos.
- No tenemos que ocuparnos solo de vuestros propios intereses.
- Debemos tener la misma actitud que tuvo de Jesús, la cual fue morir por nosotros.
Lo más importante es que la vida cristiana no es una vida para complacerte a ti mismo y para disfrutarla tú mismo, sino que la vida cristiana es para otro. Nada es para ti, todo es para otro. Ser un ciudadano del cielo significa vivir para Dios y para los otros, no para ti mismo.