Esta predicación está basada en el texto: 2ª Samuel 23:8
Debemos juntarnos con personas que nos hagan crecer ya que la vida se pasa rápido, así que debemos tener alrededor personas que nos alienten.
El evangelio es el poder de Dios que opera en nuestra vida, esto significa que no podemos depender de las debilidades de las personas, porque todas las personas somos débiles.
La tristeza puede durar una noche, pero la alegría vuelve en la mañana.
Dios conoce las luchas por las que estamos pasando. Cada victoria que tenemos no es nuestra, es de Jehová.
David estaba en la cueva con los ángeles cuando escribió en Salmos 34 “Muchas son las aflicciones del justo pero de todas lo librará el Señor”
Como hemos visto antes nuestra vida diaria es una lucha constante y si no estamos conectados con el Señor no podemos vencer estas luchas.
Dios necesita usar a hombres extraordinarios que se atrevan a confiar en Dios. Que podamos ser usados allá donde estemos.
Hay gente que en medio de las dificultades hace cosas diferentes a las que debería de hacer.
