Cuando nos reímos de la señora que creyó que Enrique Iglesias la amaba...¿nos estamos riendo de ella o de nosotros mismos?
Porque, muchas veces, también hemos caído en estafas
emocionales. Nos vendieron amor y compramos mentira.
No es de gente poco inteligente, es de humanos. Lo fundamental es aprender la lección y buscar ayuda para sanar esas heridas emocionales.