No-por todo lo que hemos hablado nos vamos a callar, las palabras se dibujan en el aire y rueda el rollo proyectando las imágenes que nos deja nuestra pornografía. Eva recién salida de su caparazoncito no esconde sus pezones. De carácter prohibido se pasea el sátiro en las fantasías, y así sea censurado o encarcelado sigue complaciéndonos, rayando en la suciedad de esta sociedad ningún instinto escapa a ella. Tonos nos encontramos en frente de la pantalla en nuestras intimidades simultáneas acudiendo a este influjo cinematográfico en el que no vemos proyectados.