23 de Enero.
Tratar de impresionar
¿Cuántas veces hemos juzgado a los demás por su apariencia?. Yo lo he hecho, y muchas veces. He juzgado a las personas por ser honestos, y expresar la belleza de su corazón. Y yo por el contrario, muchas veces fingí ser alguien que no soy en realidad. Obviamente esto me llevo a situaciones de desesperación.
Nuestra apariencia física no define quiénes somos; lo que importa es el corazón. Jesús fue duro con los fariseos religiosos. Ellos le preguntaron por qué los discípulos no se lavaban las manos antes de comer, conforme a lo que indicaba la ley. Y Jesús les dijo: ¿ Y por qué ustedes también desobedecen el mandamiento de Dios para hacer sus propias costumbres?. Entonces señaló que cómo ellos habían inventado un agujero legal para proteger sus riquezas y no ocuparse de sus padres, sin respetarlos ni cuidándolos, y violando el quinto mandamiento.
Si nos enfocamos en las apariencias, encontrando excusas para no cumplir los claros mandamientos de Dios, estámos violando la Ley. Jesús afirmó: «del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, las mentiras, los robos. Solo Dios, por medio de Jesús, puede darnos un corazón limpio.
