🛐 El Salmo 35 es el ejemplo de una plegaria cuando se levantan los enemigos. David experimenta la tradición de aquel a quien consideraba amigo, con quien había compartido alegrías y tristezas, pero que ahora le tendía una trampa, se había aliado con los enemigos y le tendió una red, cavó un hoyo para que cayera.
🙏🏻 Ante tal situación, que de alguna forma todos hemos experimentado, la traición de un amigo, la murmuración, la calumnia de quien se consideraba cercano, David pide, clama a Dios justicia. Y aunque este Salmo tiene aspectos imprecatorios, podemos tener la seguridad de que el Dios Justo obra a nuestro favor, podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia para hallar oportuno socorro.
🔥 En ocasiones, en medio de tales circunstancias nos preguntamos ¿por qué Dios permite que el malo se levante contra el creyente? ¿por qué el perverso puede avanzar contra la congregación de los santos? Y la respuesta la tenemos en la misma Palabra de Dios, a los que amamos al Señor todo nos ayuda para bien (Ro 8:28), y en la prueba, la adversidad, el Señor nos purifica, nos enseña a depender de Él, nos procesa, y a través de la oración tenemos consuelo, recordando la exhortación del apóstol Pablo a orar sin cesar.
🙇🏻♀️ El salmista clamó por justicia y nos invita a cantar y a alegrarnos los que estamos a favor de la causa justa. Exaltemos el nombre del Señor, porque Él ama la paz, hablemos de su justicia, alabemos su nombre todo el día, todos los días (v.27-28). Concluimos diciendo a Dios con el verso 18: “te confesaré en grande congregación; y te alabaré entre numeroso pueblo”.