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🤔 Hoy día, muchas personas se consideran hijos de Dios, pero sería conveniente reflexionar si realmente nos estamos comportando como tales: ¿Qué refleja nuestro testimonio acerca de la comunión que tenemos con nuestro Padre celestial? ¿de verdad estamos viviendo conforme a la Palabra?

📖 Col 3:16-17 dice “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándonos unos a otros en toda sabiduría; cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”

🙏🏻 En el contexto de este pasaje, Pablo viene hablando a la iglesia, a los santos y amados, escogidos de Dios (v.12), quienes debemos estar familiarizados con la palabra de Cristo, es decir, con el evangelio, al punto de que ella more en abundancia en nosotros, y esto no implica simplemente aprenderla de memoria, es que la Palabra se sienta como en casa en nuestros corazones, que vivamos en ella, que nos molde y transforme, lo que implica un estudio diario y profundo de la misma.

🛐 Entonces podremos edificarnos unos a otros, enseñarnos y exhortarnos con la sabiduría del Espíritu, porque nuestro hablar será con gracia, en adoración y agradecimiento a Dios por sus obras y maravillas; y todo cuanto hagamos será para la gloria de Su Nombre.

🔥 Para el creyente genuino, el verdadero hijo de Dios, no existe una separación entre los secular y lo cristiano o eclesial, pues absolutamente todo lo que hacemos debe ser para agradar al Padre en el nombre de Jesús, bien sea que trabajemos, estudiemos, hagamos las labores del hogar, tengamos un tiempo de esparcimiento o estemos publicando en nuestras redes sociales, todo cuanto hagamos y digamos debe glorificar a Dios.

🙇🏻‍♀️ Reflexionemos sobre nuestro diario andar, ¿realmente estamos dando testimonio como hijos de Dios? hemos sido llamados a ser santos en toda nuestra manera de vivir, a ser sal de la tierra y luz del mundo, a mostrar a Cristo en nuestras vidas.