🙏🏻 Cuando sentimos que caminamos sobre arena movediza, que los problemas son más grandes que nosotros, en nuestra angustia parece que cada vez nos hundimos más en el cieno profundo, que no podemos, que se agotan las fuerzas (Sal 69:2-3), tenemos la oportunidad, la bendición de desahogarnos en la presencia de Dios, correr a sus brazos y en oración clamar como el salmista:
📖 “Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades. No escondas de tu siervo tu rostro, porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. Acércate a mi alma, redímela; líbrame a causa de mis enemigos” Salmo 69:16-18.
✝️ El Señor es clemente y misericordioso, tenemos acceso al trono de la gracia por los méritos redentores de Cristo para hallar el oportuno socorro. Cuando somos conscientes de Su soberanía, entonces podemos estar confiados en medio de la angustia, en medio de la necesidad, de los problemas, de que Él gobierna, Él está en control, nada escapa de su voluntad.
🛐 Y David nos explica lo que necesitamos hacer cuando sentimos que vamos a desfallecer: “Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón” Sal 69:32b
🙇🏻♀️ Sólo en Su presencia encontramos la paz que sobrepasa todo entendimiento, busquemos Su rostro en oración cada día, escudriñemos su palabra y confiemos en su soberana providencia aún en medio de la necesidad, en la angustia, que nuestro corazón pueda estar tranquilo, confiado, seguro en la roca eterna de nuestra salvación que es Cristo Jesús.