Listen

Description

🛐 Un corazón verdaderamente arrepentido siente un gran pesar, un dolor profundo porque entiende que ha ofendido al Dios bueno, Santo. Y por convicción se humilla, en humildad reconoce su transgresión y clama por perdón apelando a la misericordia divina.

📖 “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos...” Salmo 51:1-4

đŸ”„ Padre ten misericordia de mĂ­ porque soy consciente de mi pecado, de que te falle, te ofendĂ­, te pido perdĂłn, lĂ­mpiame con la sangre de Cristo, “PurifĂ­came con hisopo, y serĂ© limpio; lĂĄvame, y serĂ© mĂĄs blanco que la nieve” (v.7). Solo por tu gracia inmerecida serĂ© limpio, lĂĄvame en la sangre del Salvador para ser puro, para ser mĂĄs blanco que la nieve.

đŸ™đŸ» “Crea en mĂ­, oh Dios, un corazĂłn limpio, y renueva un espĂ­ritu recto dentro de mĂ­. No me eches de delante de ti, y no quites de mĂ­ tu santo EspĂ­ritu.” (Salmo 51:10-11). SĂłlo tĂș, Señor, puedes restaurar mi vida, puedes crear un corazĂłn limpio que te agrade, que ame tu justicia y rectitud, me sostienes con tu EspĂ­ritu Santo, no me apartes de tu presencia.

đŸ™‡đŸ»â€â™€ïž Señor te alabamos por tu justicia, por tus misericordias, por tu gracia, por tu piedad, porque tĂș eres el perdonador, porque “al corazĂłn contrito y humillado no despreciarĂĄs tĂș, oh Dios.” Sal 51:17b.