✍🏻 El apóstol Pablo introduce una nueva sección a la carta, pasa a abordar temas relacionados con el desorden que se estaba presentando en la iglesia de los Corintios, e inicia con el orden divino. Es importante recordar que esta epístola fue escrita para creyentes, pues para Pablo era indispensable que la iglesia comprendiera que Dios estableció, dispuso un orden de acuerdo a su diseño perfecto, donde la palabra clave es cabeza: Cristo es la cabeza del hombre, el hombre es cabeza de la mujer, y Dios es cabeza de Cristo.
✝️ En el ministerio redentor, Cristo estuvo sujeto al Padre, aunque era igual a Él, en Jn 10:30 dijo “yo y el Padre uno somos" y en Filipenses dice la Palabra que no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Cristo se sujetó en obediencia a la voluntad del Padre en el plan de redención. Así el hombre cristiano, debe estar sujeto a Cristo, que es la cabeza de la iglesia, en obediencia a sus principios; y la mujer cristiana debe estar sujeta al hombre, mostrando así sujeción a Cristo.
🛐 El cristianismo trajo libertad y esperanza para las mujeres, niños y esclavos, todas las personas sin distingos de raza, nacionalidad, sexo, condición económica, son iguales en valor, dignidad, significado ante el Creador, porque todos somos uno en Jesucristo. Sin embargo, en el orden divino hay un lugar adecuado, que no significa una jerarquía dictatorial de uno por sobre el otro, ni que la mujer es inferior al hombre, pero sin duda debe existir un orden.
👫🏻 Tanto el hombre como la mujer, fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, mostrando cualidades diferentes de Él. El hombre fue creado primero, y colocado en el Edén para representar a Dios y administrar su creación, la mujer fue creada del hombre para que fuese su ayuda idónea, de manera que en el diseño original, el hombre y la mujer tenían igual dignidad y valor, creados para dar ¡Gloria a Dios!
📌 Estableciendo una estructura de orden y autoridad, donde el hombre es responsable de cuidar, proteger y proveer a la mujer, y ella es creada para ayudarlo, asistirlo en esa labor que Dios le encomendó. Sabemos que el pecado distorsionó este diseño original, pero Cristo al consumar su plan de redención nos restituyó el valor que el pecado nos había quitado, restauró ese diseño en nosotros, que cada día se va perfeccionando por la obra transformadora del Espíritu en nuestras vidas.
⏳ Hoy existen movimientos que promueven una ideología tergiversada acerca de la feminidad, donde términos como empoderamiento, liberación, son promovidos, pero la idea de sujeción, es vista como retrógrada, pues para quienes participan de estos movimientos significa un yugo, esclavitud, una jerarquización.
🙇🏻♀️ Pero como creyentes, debemos entender que la verdadera libertad del pecado la tenemos en Cristo, y la plenitud la experimentamos en Su presencia, volviendo al diseño original, por lo que ni el machismo, ni el feminismo son bíblicos, pues distorsionan el orden de Dios establecido para la humanidad. En el cristianismo, debe haber una sujesión voluntaria, producto de la aceptación del orden divino.