📖 A lo largo de las Escrituras, se enfatiza el perseverar en la oración, orar sin cesar. Incluso hay comentaristas que afirman, que David no habría sido un hombre conforme al corazón de Dios de no ser por su vida de oración. Ejemplo de ello, lo tenemos en el Salmo 17:1 que dice “Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño”.
🙏🏻 David suplica a Dios que escuche su oración tres veces en el texto. Esa oración tiene dos características; por un lado, expone una causa justa, que es conforme a la Palabra de Dios, pide ser librado de los opresores, ¡Señor muestra tu justicia!; y por el otro lado, es hecha de labios sin engaño, es una oración sincera, sin vana palabrería, ni conceptos rebuscados, es una oración que sale del corazón.
🔥 El salmista conoce a Dios y permanece en constante oración, porque sólo Él sustenta nuestros pasos para que no resbalemos, para que andemos rectamente en su camino. Él muestra sus maravillosas misericordias a sus hijos que hemos sido comprados con el sacrificio de Cristo. Nos guarde, nos esconde bajo la sombra de sus alas, Dios tiene cuidado de nosotros.
⁉️ Reflexionemos sobre ¿cómo se encuentra nuestra vida de oración? ¿estamos orando sin cesar? ¿son nuestras oraciones de labios sinceros, en justicia y santidad de la verdad? ¿qué nos impide permanecer en constante oración?
🛐 En medio de la adversidad, David clamó al Señor, confiando en que vería su rostro, pues las tribulaciones del tiempo presente no se comparan con el peso de gloria que en nosotros ha de manifestarse (Ro 8:18) cuando estemos por la eternidad con nuestro Dios.
🙇🏻♀️ Perseveremos en constante oración, en comunión con el Señor cualquiera sea la circunstancia, confiando en su soberana providencia, para experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento.
