📖 Lc 15:8-10 dice el texto bíblico: “¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”.
🕊️ El dracma era una moneda de plata que equivalía aproximadamente al salario de un día, y probablemente esta moneda era parte de una cadenita que se usaba en la cabeza para indicar que estaba casada. Al perderla, la mujer busca con diligencia. Esta es la obra del Espíritu Santo que convence al mundo de pecado, justicia y juicio, para que el pecador pueda proceder al arrepentimiento.
🔥 Pero esta parábola refiere que la mujer enciende la lámpara y barre el suelo. Nosotros somos la luz del mundo, nos corresponde reflejar la luz de Cristo a través de nuestro testimonio, anunciando, pregonando las buenas nuevas de salvación, somos instrumentos en manos del Espíritu Santo para llevar a cabo Su obra.
🙏🏻 Y cuando el pecador se arrepiente, hay gozo en el cielo delante de los ángeles de Dios, pues Cristo vino a buscar lo que se había perdido, y ese es fruto de su sacrificio, de su eterno amor, su gracia inmerecida.
🤔 Lo que nos lleva a reflexionar, ¿estamos siendo luz? ¿estamos reflejando la luz de Cristo? ¿qué dice nuestro testimonio? ¿anunciamos las buenas nuevas de salvación?
🙇🏻♀️ Como hijos de Dios, nos corresponde ser esa lámpara que alumbra, que lleva el mensaje de salvación, mostrando a Cristo en nuestro diario andar, para que por la obra del Espíritu Santo, los perdidos puedan ser reconciliados con el Padre, para que haya gozo en el cielo.