📖 Su voluntad es que vivamos en el Espíritu, para lograrlo es necesario crecer en santidad. 1 Ts 5:23-24 dice: “y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”
✍🏻 Es interesante, que para introducir el proceso de santificación, Pablo inicia con el Dios de paz, aludiendo a que el crecimiento progresivo es obra de Dios. El Espíritu Santo por su gracia nos transforma a través de la Palabra, nos aparta, santifica por completo, no a medias sino enteramente, llega hasta el final, hasta la meta: formar el carácter de Cristo en nuestras vidas.
🛐 Para que todo nuestro ser, espíritu (pneuma, la parte más elevada e inmortal), el alma (asiento de pensamientos, emociones, deseos) y el cuerpo (la parte física o material), sean guardados irreprensibles, es decir, se preserven apartados, resguardados, sin mancha ni contaminación, en completa rectitud y santidad hasta la venida de Jesucristo.
🔥 Esto sólo es posible a través de la Palabra de Dios. A menudo se confunde una experiencia espiritual con una emocional. En la primera (la espiritual), hay edificación, hay crecimiento, en la segunda (la emocional) no hay crecimiento. Lamentablemente, muchos cristianos van de una experiencia emocional a otra, pero nunca crecen espiritualmente porque no conocen la Palabra de Dios. Para ello es necesario escudriñarla, que la oración constante esté cimentada en su Palabra, y la vida de adoración es en obediencia a su Palabra.
🙏🏻 Podemos descansar en Dios, que Él es fiel, Él nos llamó y nos asiste, Él produce el crecimiento. Claro que involucra nuestra voluntad puesta en acción, disponernos a ser favorables a la obra del Espíritu Santo, pero este proceso de santificación es con Su poder, en dependencia a Él, no con nuestras propias fuerzas.
🙇🏻♀️ La voluntad de Dios es nuestra santificación, que crezcamos espiritualmente en dependencia a Él, cimentados en su Palabra, para mostrar a Cristo en nuestro diario andar.